El ruiseñor y la rosa
(Un impactante cuento para adolescentes sobre el amor)
El amor es el
sentimiento que mueve el mundo. Pero no siempre el amor es puro y verdadero.
Descubre qué significa esto en ‘El ruiseñor y la
rosa’ un cuento para adolescentes sobre el amor y sus
consecuencias. Escrito por Oscar Wilde, nos anima a
responder a esta pregunta: ¿de verdad merece la pena sacrificarse por amor?
El ruiseñor y la rosa
‘El ruiseñor y
la rosa’, un cuento de Oscar Wilde para adolescentes y adultos
Paseaba muy triste un
estudiante cerca de la encina en donde el ruiseñor había construido su nido. El
joven lloraba amargamente mientras gritaba a los cuatro vientos su desdicha:
– ¡Una rosa roja! ¡Solo
quiere una rosa roja y no encuentro ninguna!- decía entre lágrimas el
estudiante.
El
ruiseñor, alertado por el llanto del
joven, escuchó con atención, mientras él seguía hablando:
– Si consiguiera una rosa
roja, ella
bailaría conmigo toda la noche. Aceptaría a ir al gran baile en
mi compañía. Y al fin podría rozar su cálida piel. Oh, qué desgraciado soy,
¡qué duro es el amor!
El ruiseñor pensó entonces:
– Pobre chico… Yo, que cada
día canto al amor y a la belleza, sé lo que se puede llegar a sufrir por amor.
El mayor sufrimiento, sin duda, porque el amor lo es todo, y sin
amor, la vida carece de sentido.
Por su parte, el joven, que
ya se había tumbado sobre el césped, seguía llorando:
– No puedo ser más
desgraciado… ¡Si solo quiere una rosa roja! ¡Y no hay ninguna en todo mi
jardín! Si al menos consiguiera una… ¡qué felicidad! ¡Sería como rozar el
cielo! ¡Como encontrarme de pronto en el paraíso!
El ruiseñor y la rosa: en busca de una rosa
roja
Pasaba por allí cerca una
lagartija, quien, al ver llorar al chico, preguntó:
– Pero… ¿por qué llora así?
– Eso, eso- añadió una
mariposa que volaba entre las flores- ¿Por qué?
Y una dulce margarita,
levantó su cabeza y también preguntó:
– ¿Por qué llora?
Y el ruiseñor contestó:
– Por una rosa roja. Por
amor.
– ¡Vaya ridiculez!- dijeron
los tres.
Pero el ruiseñor, que
entendía perfectamente el sufrimiento que genera el amor, alzó el vuelo en
busca de una rosa roja. Llegó hasta un rosal y le dijo:
– Rosal, dame una rosa roja
y te cantaré las más dulces melodías.
– Me temo que no puedo-
contestó el rosal- Mis rosas son más blancas que la luna. Pero pregunta a mi
hermano, el rosal que está junto a la iglesia. Tal vez pueda ayudarte.
El ruiseñor voló hasta allí
y le dijo al rosal:
– Rosal, por favor, dame
una rosa roja y te cantaré las melodías más dulces que hayas escuchado nunca.
– Ya me gustaría- contestó
el rosa- Pero mis rosas son amarillas, tan amarillas como
el sol y el trigo. Pregunta al
rosal que duerme bajo la ventana del estudiante.
Y el ruiseñor llegó hasta
el rosal que había bajo la ventana del estudiante y le dijo:
– Rosal, necesito una rosa
roja. ¿Podrías dármela tú?
– Oh, lo siento, ruiseñor,
pero este año no podré dar rosas, porque la escarcha y las heladas rompieron
mis raíces y mis ramas. Mis rosas son rojas, sí, pero no puedo crear ninguna.
– ¿Y no hay ninguna manera
de solucionarlo?- preguntó entonces el ruiseñor.
– Sí la hay, pero es
terrible…
– Dime, rosal, ¿qué puedo
hacer?
– Podría dar una rosa roja
nacida del sacrificio por amor. Si tú vienes a la luz de la luna esta noche y
cantas hasta el amanecer pegado a mis espinas, y la sangre de tu corazón llega
hasta el mío, podré crear la rosa roja más hermosa.
– Dar mi vida por una rosa
me parece un alto precio… Sin embargo… ¿qué es la
vida de un pájaro frente al amor de un hombre?
Esta misma noche vendré, rosal.
El ruiseñor y la rosa: El sacrificio del
ruiseñor
El ruiseñor acudió hasta
donde estaba el joven, que aún lloraba desconsolado, y le dijo:
– No llores más, joven
enamorado, pues esta misma noche te conseguiré esa rosa y el amor podrá
triunfar, pero prométeme que será un amor verdadero, un amor puro y eterno.
Y el joven, que escuchaba
cantar al pájaro, no entendía bien lo que decía:
– Oh, es lindo tu trinar,
pero seguramente seas solo un ave que no entiende de amor y sufrimiento, que vuela y piensa en sí
mismo de forma egoísta…
Y diciendo esto, el
estudiante se fue a su habitación.
Esa misma noche, a la luz
de la luna, el ruiseñor fue hasta el rosa y cumplió su palabra. Comenzó a cantar las melodías más dulces, inspirado por el amor, mientras se apretaba a las espinas del
rosa y dejaba que se hundieran en su carne. La sangre fue dando vida a una
rosa, al principio pálida, luego algo sonrosada, y al final, con los primeros
rayos de la aurora, ya cuando el pequeño ruiseñor cayó desplomado al suelo, la rosa se tornó roja y hermosa,
y abrió sus pétalos a la mañana, llena de vida.
El estudiante abrió la
ventana y vio con asombro esa hermosa rosa roja, pero no se fijó que en el
suelo yacía muerto el ruiseñor.
– ¡Oh! ¡Qué suerte la mía!
¡Qué gran dicha! ¡Una rosa roja! ¡Mi amada querrá bailar al fin conmigo!
Y el joven cortó la rosa y
se fue corriendo hasta la casa del profesor, para entregarle la rosa a su hija.
La respuesta de la hija del profesor
El estudiante llegó a la
casa del profesor y dijo a su amada:
– ¡Mira! ¡Traigo lo que me
pediste! ¡Aquí tengo tu rosa! ¿Bailarás esta noche conmigo?
– Oh, no, claro que no-
dijo entonces la joven
ingrata– Tengo otro pretendiente que me ha regalado
joyas. Como comprenderás, una joya vale más que una estúpida rosa roja. Así que
llévatela, porque no la quiero.
El joven se enfadó
entonces, pensando en lo estúpido que es el amor y en lo ingrata que era la
joven. Al salir, arrojó al suelo la rosa y se fue a su cuarto murmurando:
– ¡Ah! ¡El amor! ¡Qué
tontería! No merece la pena dedicarle ni un minuto. Prefiero mis estudios y mis
libros, que me dan muchas y más gratas recompensas.
Reflexiones sobre el cuento de
Oscar Wilde ‘El ruiseñor y la rosa’
El amor puede llegar a ser muy ingrato, pero… aún así, ¿merece la
pena amar y sacrificarse por amor? Estas son las reflexiones que podemos sacar
de este cuento:
·
No todo el amor es verdadero: Existe un amor verdadero y un amor superfluo, más
relacionado con el deseo y el capricho. Este amor es pasajero, y por supuesto,
es egoísta y no entiende de sacrificios ni esfuerzo. Este es el amor que
representan el estudiante y la hija del profesor en ‘El ruiseñor y la rosa’.
Ambos superponen los bienes materiales por encima del amor. En el caso de ella,
prefiere unas joyas a la belleza de una rosa. Y en el caso de él, termina
escogiendo sus estudios.
·
Cómo es el amor verdadero: El verdadero protagonista de
este cuento del ruiseñor y la rosa es el ruiseñor, quien sí encarna el amor
verdadero, que es aquel que se esfuerza y sufre y es capaz de sacrificarse por
amor. El ruiseñor que representa la belleza y la pureza, al igual que la rosa
roja que nace de su muerte. Ya que el amor, cuando se entrega y ofrece sacrificio, crea vida y belleza. La rosa representa el amor más
allá de la muerte.
«Existe el amor verdadero y
luego, otro amor más superfluo y pasajero, relacionado con el deseo y el
capricho»
Más reflexiones sobre ‘El ruiseñor y la rosa’
·
El amor verdadero es fuerte y eterno: En el ruiseñor y la rosa, el
pájaro, que representa al amor puro, vive en la encina, un árbol fuerte y
longevo. El árbol representa la durabilidad y fortaleza del amor verdadero.
·
La crítica social del cuento: Oscar Wilde también dedica
una crítica mediante este cuento del ruiseñor y la rosa a la hipocresía de la
clase alta. Así, tanto el estudiante como la hija del profesor, encarnan a una
clase social que se deja llevar por la superficialidad y el materialismo,
frente a los poetas y clase más humilde (representados aquí por el ruiseñor y
la rosa), que son los únicos que siguen creyendo en la belleza y el amor
verdadero.
«El amor verdadero es
fuerte y duradero como un roble»
(Reflexiones sobre ‘El ruiseñor y
la rosa’)