“YO CELEBRÉ RITUALES SATÁNICOS DENTRO DE LAS CLÍNICAS DE ABORTO”
(Testimonio)
Soy Zachary King, fui un niño normal de un
barrio estadounidense que creció en un hogar Bautista. Comencé a practicar la
magia a los 10 años, me uní a una secta satánica a los 13 y ya había violado a
conciencia los 10 mandamientos para el momento en que tenía 15 años de edad.
Desde mi adolescencia a la edad adulta
adquirí experiencia y poder para explícitamente liderar la agenda de Satanás,
como líder de una comunidad de brujos y brujas. La agenda incluía, señala,
abortos rituales.
Todo comenzó por una fuerte curiosidad, me
preguntaba si la magia era real. En la década de los setenta crecí viendo
películas sobre brujos y magos. Teníamos un juego en la escuela llamado
"Bloody Mary" (Sangrienta María) o "I Hate You, Bloody
Mary" (Te odio Sangrienta María), que era ir al cuarto de baño y decir a
viva voz esa frase un determinado número de veces, con las luces apagadas…
No teníamos ni idea de qué estábamos
buscando, porque de repente apareció esta cosa de miedo en el espejo y todo el
mundo salió corriendo del cuarto de baño, con un susto de muerte, excepto yo.
Pensaba que era algo genial. Por entonces también jugaba partidas de Dungeons
and Dragons cada fin de semana y siempre yo elegía ser el mago o hechicero. Con
el tiempo, me comencé a preguntar si podría hacer magia de verdad e intenté un
par de hechizos para obtener dinero. Aunque resultó, pensé que era sólo una
coincidencia, así es que para una tercera vez que lo hice realicé el hechizo
frente al demonio en el baño (llamándolo con el canto “Bloody Mary”) … al
hacerlo pedí obtener una cantidad mayor de dinero que las dos anteriores.
Conseguí mil dólares al día siguiente. Desde entonces me convencí de que la
magia era real.
Tenía unos 12 años cuando un amigo me
presentó aquel grupo que jugaba Dungeons and Dragons. Ellos también creían que
la magia era real. Resultó que eran una comunidad (aquelarre) satánica. Mucha
gente me pregunta por qué no corrí a esconderme al darme cuenta de ello. Bueno,
yo crecí en los años 70, cuando la televisión mostraba aquelarres satánicos que
sí eran realmente aterradores… Además, estos chicos tenían casi todos los
juegos de video y películas de ciencia ficción o fantasías que me gustaban. Era
como un club de niños y niñas con un montón de diversión. Déjame ponerlo de
esta manera, ellos sabían cómo reclutar. Sabían todo lo que un niño querría
hacer, así que se involucraban con nosotros de esa manera.
Ese fue mi primer culto. Estuve allí hasta
los 18 años. Luego me uní a la Iglesia Mundial de Satanás, que es una
organización con culto en todo el mundo. La posición que yo alcancé fue la de
High Wizard (Gran Mago). Era un aquelarre satánico y allí las personas hacen la
magia que en el aquelarre se precise. Podían ser hasta 10 (en cada asamblea
satánica). Los Gran Mago de un aquelarre oscilan entre 2 a 5 y nuestro trabajo
era viajar por todo el mundo haciendo los maleficios rituales que nos pedían.
Me refiero a estrellas de rock, cine, figuras políticas, ricos... no hay límite
para quien pidiera un hechizo ritual y pudiere pagar por ello.
Se dice que a los High Wizards los elige
Satanás. Desconozco si hay un criterio. Yo tenía dones mágicos desde los diez
años y alcancé el grado de Gran Mago a los 21 años… Satanás te elige y en un
culto tan grande (Iglesia Mundial de Satanás), hay un director general y un
directorio. Ellos te dicen que has sido elegido, tú decides si aceptas y
entonces te entregan un libro que contiene tus funciones de trabajo…
Justo después de cumplir los 14 años los
miembros del aquelarre me llamaron y me dijeron que participaría de un aborto
en unos nueve meses. Luego comenzamos una fiesta de sexo entre los jóvenes de 12
a 15 años y una chica de 18 años. Su objetivo era quedar embarazada para
abortar poco antes de los 9 meses. Cuando lo supe dije en voz alta: ‘genial’.
Pero no tenía idea de qué era un aborto. Les pregunté a los miembros del
aquelarre y me lo explicaron. También dijeron… te ayudará un médico y una
enfermera. "¿Es eso legal?", pregunté. Me respondieron: "Sí,
siempre y cuando se intervenga dentro del útero. Mientras el bebé está todavía
dentro de la mujer, puedes matarlo” …
En el satanismo, matando a alguien o
durante la muerte de alguien es la forma más eficaz para lograr la efectividad
de un maleficio. Si deseas obtener la aprobación de Satanás, para que te dé
algo que quieres, matar a alguien es el mejor camino. Es la máxima ofrenda a
Satanás; que mates a un no nacido es su máximo objetivo.
El
primero fue como tres meses antes de cumplir los 15 años… había un médico y una
enfermera (especialistas en abortos) …
El ritual comenzó a las 11:45 de la noche y el maleficio inició a la
medianoche, la hora de las brujas... La muerte del niño ocurrió a las 03:00 am,
la hora del diablo… (el bebé fue canibalizado). Antes de ser Gran Mago partipé
en cinco abortos. Después 141 más.
Yo
celebré rituales satánicos en clínicas de aborto. Fueron unos 20 abortos
rituales dentro de estas instalaciones… La Iglesia Mundial de Satanás no es la
única organización que hace sacrificios satánicos en estas instalaciones. Hay
otras organizaciones de brujería, como los wiccans, que están realmente
involucrados en los abortos que se realizan en esas instalaciones. A veces te
invitan a hacerlo porque el director de la instalación, algún alto ejecutivo o
en ocasiones el médico es un satanista…
Ahora, al final del día, todos los días,
los grupos satánicos hacen su ritual -como una Misa Negra-, por lo general
alrededor de la medianoche… donde ofrecen a Satanás todos los bebés que hayan
sido matados ese día. No importa el por qué las mujeres abortan, pues todos
esos bebés son dedicados a Satanás al final del día.
No pude completar ciertos abortos… me pasó
alrededor de tres veces... los tres abortos no se concretaron por algo
inesperado que sólo puede ser atribuido a las oraciones que algunos rezaban
afuera (de la clínica de abortos).
La
conversión del satanista
En enero de 2008, mientras trabajaba en un
quiosco de joyería, tuve un encuentro con la Santísima Virgen que cambió mi
vida. En el medio del centro comercial, absorto en la imagen de la Medalla
Milagrosa, experimenté una paz que sobrepasó todo entendimiento. Esa paz fue
Jesucristo, el Príncipe de la Paz.
El amor de Nuestra Señora, me rescató del
infierno llevándome directamente al corazón de Jesucristo. Luego empecé a ir a la iglesia católica St.
Francis Xavier en Vermont y en mayo de 2008 (durante el mes de María), fui
sacramentalmente recibido en la Iglesia Católica.