Decálogo de Don Quijote a Sancho
En su obra cumbre del Quijote, Miguel de Cervantes Saavedra, sentencia una serie de consejos a Sancho Panza, su fiel escudero, antes de que este se dispusiera a gobernar su ínsula.
“Sancho: hijo, atento a este tu Catón, que quiere
aconsejarte, y ser norte y guía que te encamine y saque a seguro puerto de este
mar proceloso donde vas a engolfarte; que los oficios y grandes cargos no son
otra cosa sino un golfo profundo de confusiones.
1. “Primeramente, has de temer a Dios; porque en el
temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada.
2. “Lo segundo, has de poner los ojos en quién eres,
procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede
imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte, como la rana que quiso
igualarse con el buey.
3. “Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje, y no
te desprecies de decir que vienes de labradores, y préciate más de ser humilde
virtuoso, que pecador soberbio. Innumerables son aquéllos que de baja
estirpe nacidos han subido a la suma dignidad; y de esta verdad te pudiera
traer tantos ejemplos, que te cansaran.
4. “Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te
precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia a príncipes y
señores; porque la sangre se hereda, pero la virtud vale por sí sola lo que la
sangre no vale.
5. “Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre,
pero no más justicia que las informaciones del rico. Procura descubrir la
verdad por entre las promesas y dádivas del rico como por entre los sollozos e
importunidades del pobre.
6. “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con
el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia. Cuando te sucediere
juzgar algún pleito de algún enemigo tuyo, aparta las mientes de su injuria, y
ponlas en la verdad del caso. No te ciegue la pasión propia en la causa ajena;
que los yerros que en ella hicieres, las más de las veces serán sin remedio, y
si le tuvieren, será a costa de tu crédito y aún de tu hacienda.
7. “Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia,
quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio
la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto
y tu bondad en sus suspiros.
8. “Al que has de castigar con obras, no trates mal con
palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de
las malas razones.
9. “Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción,
considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada
naturaleza nuestra, y, en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la
contraria, muéstrate piadoso y clemente; porque, aunque los tributos de Dios
todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la
misericordia que el de la justicia.
10. “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho,
serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad
indecible; casarás tus hijos como quisieres; títulos tendrán ellos y tus
nietos; vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y, en los últimos pasos de
la vida, te alcanzará el de la muerte en vejez suave y madura, y cerrarán tus
ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos.
“Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han
de adornar tu alma”.
Conclusión en el siglo XXI
En verdad es increíble la validez de las enseñanzas de
Cervantes para el arte de gobernar, que se ha pervertido con la corrupción, la
falta de respeto a los valores esenciales del hombre, la ineficiencia, la falta
de visión; y, en suma, de liderazgo.
El gobernante de hoy en efecto sucumbe ante el “golfo
profundo de confusiones”, como sentencia El Quijote, al ejecutar los cargos
para los que fueron designados.
Aunque a veces es anatema en nuestro país hablar de
religión, hay que decir, en verdad, que quienes toman decisiones no tienen
temor de Dios como señala Don Quijote a su escudero, “porque en el temerle está
la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada”
Y fallan, las más de las veces, como señala Cervantes en
“conocerte a ti mismo que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse”.
Y tampoco, quienes hoy ejercen la gobernanza, no siguen
la máxima, como recomienda el Quijote a su escudero, de que “hacen gala de la
humildad de su linaje”.
Y en momentos donde en regiones completas del país se
vive un estado fallido, los políticos roban impunemente, y la justicia -muchas
veces ciega- procura más al poderoso que al humilde, la gobernanza en nuestros
días se aleja mucho del precepto del Quijote, de que: “si acaso doblares la
vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la
misericordia”.
¿Quién de los gobernantes de todos los niveles en
nuestros días, cumple la máxima de Cervantes, de que “si tomas por medio la
virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia a
príncipes y señores”?
¿Cuál de los políticos de hoy en día, podría decir al
final de su vida lo siguiente? “Si estos preceptos y estas reglas sigues,
Sancho, serán buenos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu
felicidad indecible”.
Comprensión lectora
1-¿Qué te pareció la
conversación entre Sancho Panza y Don Quijote ?
2-¿Cuál de los consejos
que se mencionan te parece más importante , por qué ?
3-¿Cuáles de los consejos
le darías tú a los candidatos que postulan en las elecciones generales ?