Soy una paciente COVID
Hola. Soy una chica de 13 años y la
historia que les voy a contar actualmente la estoy atravesando. Soy una
paciente COVID, al igual que toda mi familia. Antes de llegar a contagiarnos.
Éramos muy cuidadosos con la limpieza, pero nuestra debilidad eran las
reuniones familiares y nosotros creemos que esa fue la causa de nuestro
contagio. Pero la peor parte de esto se la llevó mi abuela, que hoy en día está
internada en el hospital. Sigue luchando por su vida para superar esta horrible
experiencia. Todo comenzó hace dos semanas. Mi abuela fue a realizarse la
prueba debido a que le faltaba el aire. Al regresar del hospital nos dijeron
que ella había salido positiva. En ese momento se me hizo un nudo en la
garganta. Sentí como mi mundo se venía abajo. Comencé a sentir mucho miedo,
tristeza, cólera. No sabía qué decir o qué hacer, estaba sorprendida. Ese mismo
día se la llevaron al hospital. Llegó en estado crítico y los doctores no nos
daban muchas esperanzas. Conforme iban pasando los días, su estado empeoraba y
mis padres se resignaban a que tal vez no sobreviva.
No podía creer lo que escuchaba, no
aceptaba la idea de no volver a verla nunca más, la rabia y la impotencia se
apoderaron de mí. Solo gritaba y lloraba, no lograba calmarme, sentí mucho
miedo de perder a mi abuela para siempre. En ese momento solo quería estar con
ella, abrazarla, decirle cuanto la quiero, acompañarla; pero, no podía ni
siquiera pude hablar con ella antes de que se la llevaran al hospital. Pasaron
tres días y me deprimí. Sólo deseaba estar con ella y pensar en ella.
Las esperanzas volvieron a nosotros
Ese mismo día nos llamó el doctor
para darnos información de su evolución. Vi como la expresión de mi papá se
llenaba de felicidad. Cuando terminó de hablar con el doctor, nos dijo que mi
abuela había evolucionado bien y su cuerpo estaba reaccionando al tratamiento y
así fue, mejorando poco a poco. Las esperanzas volvieron y tenemos fe en que
ella se va a recuperar y saldremos adelante. Hoy en día se encuentra estable y
en algunos días es probable que le den de alta. Gracias a Dios todo salió bien
Pero no todos pasan por la misma
suerte y lo que quiero transmitirles es que no se descuiden ni se reúnan en
familia, porque eso les puede costar la vida de alguien de su familia.
Cuídense. Eviten pasar por esta experiencia porque realmente es horrible. Yo
presenté síntomas leves, pero los más vulnerables pueden llevarse la peor
parte. Si realmente aman a su familia, cuídenla y no provoquen su caída.