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La historia de Pablo



Te contaré una historia que podría ser tu historia o la mía. Él es Pablo. Vivía un ambiente hostil. Lo corregían con golpes, gritos y era testigo del maltrato entre sus padres. En la escuela era distraído, no rendía académicamente y era castigado por sus maestros. Y él,  era violento con sus compañeros. 

 

Estos actos de violencia hacia los niños y niñas pueden limitar su capacidad de desarrollo cognitivo, que crezcan con miedo, desconfianza, baja autoestima, incrementa el riesgo de abuso de alcohol y otras sustancias tóxicas. Pablo, ahora es un joven, es inseguro, tiene vicios, no puede conservar un trabajo estable, le cuesta ser responsable, ha perdido a su familia por ser violento.

 

Nuestro país y el mundo está lleno de Pablos. La violencia, deteriora el capital humano y social en el mundo, provocando pérdidas en la productividad y los ingresos futuros del país y frenando el desarrollo económico. 

 

Educación con ternura

Esta es la versión de la historia que todos queremos contar. Pablo es respetado como niño. Ve el amor entre sus padres y se siente amado. No lo golpean, lo orientan. Esto hace que en la escuela se sienta más seguro, sea apreciado por sus compañeros y tenga mejores calificaciones.

Educar sin castigar y humillar es posible. Necesitamos a todos para promover la educación con ternura. De joven será profesional, con muchas aspiraciones y metas, tendrá un buen trabajo, una hermosa familia y amigos que lo estiman.

Como Pablo existen muchos niños víctimas de violencia. Hagamos realidad la mejor versión de la historia. Tú y yo podemos ser parte del cambio en el país y el mundo. Porque necesitamos a todo el mundo para eliminar la violencia contra la niñez.

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