LA GRINGA DE LA CHANCADORA

LA GRINGA DE LA CHANCADORA

Me cuenta, mi padrino Moisés Serna, que casi siempre solía ir con su camión volquete a recoger piedras a una cantera en El Progreso. Lo hacia casi siempre por las noches y no llevaba ningún ayudante. Un día cuando el reloj marcaba las 11.45 de la noche fue en su camión a cargar piedras para una construcción. El lugar, conocido como chancadora estaba ubicado en una quebrada del Asentamiento Humano de Hiroshima, en la zona de El Progreso, Carabayllo.

A eso de la 1.00 de la madrugada ya había terminado de llenar con piedras el camión. Sólo su vieja linterna lo alumbraba en medio de la negra noche y el viento frío. Cuando subió al volquete para regresar a su casa prendió los faros y vio delante del camión a una chica hermosa de cabellos largos y rubios. La cabellera de la chica se reflejaba hacia el camión como unos rayos de luz. Al comienzo se sorprendió, pero después una angustia de espanto atenazó el corazón de mi padrino ante la asombrosa y espeluznante figura. No supo qué hacer y se quedó helado. Dice que se persignó varias veces y dio un grito de horror con toda la boca abierta. En un abrir y cerrar de ojos el bello espectro desapareció del lugar. Desde esa fecha nunca más mi padrino ha ido solo a la quebrada y menos en la noche.

Informante: Moisés Serna
Recopilada por Abigail Delzo

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