PARA ALGO ME TRAJO DIOS A ESTE MUNDO

 

PARA ALGO ME TRAJO DIOS A ESTE MUNDO

(Testimonio)


Antes de cumplir los 10 años de edad, tras un nefasto día de burlas y desprecios en el colegio para niños normales al que asistía en Melbourne (Australia), me tiré a la tina de mi baño con la firme determinación de suicidarme.

Di varias vueltas y hundí mi cabeza más de cuatro veces, pero al final no pude cumplir mi objetivo, en cambio, me di cuenta de que podía nadar sin ayuda de nadie, eso me revitalizó y me dio fuerza para continuar mi lucha por la vida. "Para algo me trajo Dios a este mundo", dije.

Tengo 26 años de edad, dos carreras universitarias sobre mis espaldas y dueño de un verbo con el cual encanto y seduzco en nombre de Dios, soy un predicador australiano que nació sin brazos ni piernas, convertido en uno de los más exitosos conferencistas motivacionales de todo el mundo.

Más de 26 millones de personas en cerca de 20 países, escuchan mi prédica y mi testimonio de estímulo para no desfallecer en ninguna empresa que la vida ponga como reto.

En una de mis conferencias, en Cartagena, fueron más de 10 mil personas, entre ellos estuvo una niña de 10 años que también nació si brazos, "Fue un momento muy hermoso. La mamá estaba llorando, pero la niña no, ella tenía un gozo infinito en su mirada y me abrazó con mucha fuerza. Esa niña no está triste -me dije- porque ella sabe que es una niña real, una princesa muy bella, a quien sólo tuve que decirle que Dios la ama, y ella me dijo con una hermosa voz que eso siempre lo ha sabido, que estaba agradecida por todo el amor que tenía a su alrededor".

Tengo dos hermanos que nacieron normales, la pregunta que me hacía era: "Si Dios es un Dios de amor, ¿entonces por qué permitió que yo naciera así?", sin embargo, con el tiempo, a punta de vencer obstáculos y de superar mis propios miedos, la interrogante yo mismo la respondí: He visto mucha gente que tiene sus extremidades completas que aún están buscando a Dios. No necesito piernas ni brazos sino paz en mi corazón, esa es la esperanza verdadera.

Sé nadar y jugar golf. Yo mismo preparo mi desayuno, contesto el celular, me cepillo los dientes, manejo el control de los equipos y me visto sin ayuda de nadie, sin embargo, hay algunas situaciones para las que requiero ayuda, y para ello cuento con un equipo de amigos que se encargan de cada detalle cuando requiero de sus servicios.

Mis amigos conocen mis gustos

Bryan Torter, es mi amigo, lo conozco hace muchos años y es una persona muy especial, muy buena, humanitaria, alguien a quien admiro demasiado y a quien quiero como si fuera un hermano. Torter, al igual que las otras personas que me acompañan a todas partes, conocen de mis gustos. Saben que cuando llego a mi casa en Estados Unidos, me gusta acostarme en mi cama varias horas, que cuando me levanta me fascina escuchar música a todo volumen y ver películas también con el volumen fuerte.

Me encanta la música y mi grupo preferido es la banda cristiana Hillsong. Pero lo que realmente me fascina es el baile. Si tuviera brazos y piernas me encantaría bailar como los latinos.

Tuve una novia, pero hace algunos meses terminé con ella, la relación no dio resultado. No me preocupa el matrimonio, no estoy preocupado por casarme, si Dios me tiene preparado para eso seguro que lo haré. A los matrimonios de hoy les digo que hay algo peor que ser soltero y estar solo, y es estar casado y estar solo, por eso es muy importante conocer la persona con la que se va a casar".

Mis próximos pasos serán terminar mi libro testimonial y abrir una página en internet exclusivamente para el público latinoamericano.

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