El príncipe y el arco

                            El príncipe y el arco

 



Cuentan que existió un joven príncipe al que le gustaba mucho el tiro con arco. Todos los días practicaba con un arco que le había regalado su padre y todos sus cortesanos, en un intento de caer bien al príncipe y de ganarse su amistad, mentían para que el príncipe pensara que era el mejor arquero del reino.

Los aduladores del príncipe que acrecentaba su vanidad

– ¡Increíble, qué fortaleza, qué destreza! ¡Qué facilidad para tensar el arco!- decían todos.

Y para que el príncipe pensara que realmente tenía un don, ellos se limitaban a tensar sus arcos solo hasta la mitad, para quedar siempre por debajo del príncipe. Así, la vanidad del príncipe fue aumentando, gracias a las mentiras de sus súbditos. De hecho, se pasó toda su vida pensando que era capaz de tensar un arco de 30 kilos cuando en realidad el suyo solo pesaba 12. Y por supuesto, no dudó en presumir de ello frente al resto de príncipes y arqueros de todo el mundo.

Moraleja: ‘Las mentiras de otros pueden hacer engordar tu vanidad. Pero solo vivirás una farsa’

-