El pájaro víctima de la bondad
Una gaviota pasaba por el reino de Lu y
quiso bajar hasta allí para curiosear. El marqués de Lu, que nunca había visto
una gaviota por allí, se puso muy contento y mandó preparar un recibimiento por
todo lo alto: con festejos, banquetes, música y bailes.
La generosidad acabó con la gaviota…
La gaviota sin embargo estaba cada vez más
aturdida. El marqués solo le ofrecía platos de carne. Mandaba sacrificar a sus
mejores reses para ella…
Al cabo de tres días, la gaviota murió. El
marqués había agasajado a la gaviota como a él le hubiera gustado ser recibido,
no como a la gaviota le hubiera gustado ser recibida.
Moraleja: «Antes de ayudar a otros, intenta
ponerte en su lugar para saber qué necesitan»